CHINCHERO: Un negocio de amigos

 

Se firmó oficialmente la adenda al contrato para el inicio de las obras de construcción del Aeropuerto Internacional de Chinchero, en medio de diversos cuestionamientos a la citada modificación contractual del proyecto, que se licitó y adjudicó en la gestión de Ollanta Humala. A pesar del ‘carga montón’, el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, finalmente, puso en marcha la terminal aérea, tal como lo prometió el mandatario.

 

NEGOCIO ENTRE AMIGOS

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El entorno amical y empresarial de PPK será el principal beneficiado. Carlos del Solar Simpson, uno de los mejores amigos del mandatario es accionista y vicepresidente de Kuntur Wasi, la empresa beneficiada con el megaproyecto del aeropuerto. Cecilia Blume, secretaria desde cuando PPK era ministro de estado, en el gobierno de Alejandro Toledo, es la lobista de la empresa. El Ex presidente Sebastián Pinera, socio comprador de Kuczynski en la pesquera Exalmar, es accionista minoritario de la concesión, y Ximena Zavala, la hermana mayor del primer ministro, es la gerente de “Relaciones Institucionales” del consorcio. Un club de viejos amigos que han encontrado en palacio el apoyo para sacar adelante un negocio que nació torcido y que reconocidos especialistas del País han reconocido a Chinchero- un proyecto lesivo para el Perú.

 

OBRA PUBLICA O PRIVADA

 

“Las bases de la licitación no eran muy claras, por eso se terminó con tanta deuda. Ahora se ha eliminado la deuda, y el Estado financia el movimiento de tierra (…). Hubo algunos obstáculos en el camino, pero ahora el aeropuerto está bien encaminado financieramente”, señaló a la prensa Pedro Pablo Kuczynski apenas llegó a Cusco. 

 

Como se recuerda, el Gobierno tomó esta decisión pese a que varios expertos han expresado sus dudas a la mencionada adenda, que implica que el Estado asuma el 80% del financiamiento y entregue el manejo del terminal por 40 años a la empresa que solo aportará el 20%.   

 

En estas condiciones -señalan- la obra debe ser asumida por el Estado en su integridad y dejar de lado a Kuntur Wasi, pero en el Ejecutivo alegan que ya hay un contrato firmado y que rescindirlo saldría muy oneroso para las arcas públicas.

 

¿Si el Estado asume casi la totalidad del financiamiento del proyecto, la obra es pública o privada?

 

 

 

MOVIDAS DE KUNTUR WASI

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Los Panamá Papers, la gigantesca filtración global que expuso los secretos de los paraísos fiscales revelan elementos de interés sobre las prácticas de los socios de Kuntur Wasi, un consorcio integrado por la argentina Corporación Americana S.A. y el grupo peruano Andino Investment Holding (AIH). El rostro visible del consorcio que ha empujado al Gobierno a firmar una adenda al contrato para la construcción del aeropuerto de Chinchero, para subsanar deficiencias lesivas al Estado, tuvo lazos con el mundo de las empresas opacas y los paraísos fiscales que no estaban en el radar de las autoridades hasta hoy. El empresario Carlos Vargas Loret de Mola, presidente de Kuntur Wasi S.A., fue uno de los clientes peruanos del controvertido estudio de abogados Mossack Fonseca, al que en su momento encargó la gestión de dos empresas de fachada inscritas en los registros públicos de Panamá. Vargas Loret de Mola, cabeza de un grupo económico con operaciones en el sector logístico y portuario a nivel nacional, pasó al centro de la controversia cuando se conocieron los términos de la adenda al contrato de asociación público privada (APP) para el nuevo terminal cusqueño, que obligará al Estado a adelantar cinco años el pago escalonado de 265 millones de dólares. La justificación, planteada por el Gobierno, es evitar una supuesta deuda por intereses de hasta 590 millones de dólares surgida de un confuso cálculo financiero planteado por el consorcio Kuntur Wasi. Según diversos críticos, con esta modificación el Estado asume obligaciones que correspondían al concesionario y queda expuesto a riesgos que desnaturalizan el contrato de APP.

 

En medio de la controversia por el contrato, una de las principales críticas a la permanencia del consorcio Kuntur Wasi en la concesión era que uno de sus socios, precisamente Andino Investment Holding, atraviesa un serio problema de liquidez, al punto que debió vender propiedades para pagar deudas con la banca internacional. Los defensores de la adenda, desde los voceros de la empresa hasta el propio presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, dijeron que la empresa podía manejar la situación con instrumentos a su alcance y, sobre todo, con el respaldo de su solvente socio argentino. “Corporación América opera 55 aeropuertos y tiene una facturación de más de 1.200 millones de dólares en el sector aeroportuario”, comentó Carlos Vargas días atrás, en entrevista con Jaime de Althaus para defender la conveniencia de la adenda. El detalle es que el perfil empresarial del propietario de esa corporación, el octogenario magnate de los aeropuertos Eduardo Eunerkián, no solo incluye episodios controversiales en su país, sino que obedece a una compleja estructura corporativa cuyos últimos rastros terminan en dos de los paraísos fiscales más cerrados del mundo.

 

La Corporación América S.A., socia de Kuntur Wasi, operó desde Panamá entre 1996 y 2003, y es controlada en tres cuartas partes por la firma Cedicor S.A., registrada en Uruguay. Las acciones de Cedicor pertenecen íntegramente a la sociedad American International Airports LLC., registrada en el Estado de Delaware, Estados Unidos, una de las jurisdicciones más opacas del mundo. Y por si esto fuera poco, el 100% de acciones de esta última empresa está bajo control de la Southern Cone Foundation, una fundación registrada en Liechtenstein.

 

Esta estructura figura en los estados financieros de Corporación América S.A. presentados a la Comisión Nacional de Valores de Argentina, y según la empresa tiene como propósito administrar sus activos a través de un directorio independiente.

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Antecedentes de esa naturaleza contradicen el notorio entusiasmo mostrado por el presidente Pedro Pablo Kuczynski durante la firma de la adenda al contrato de construcción del aeropuerto de Chinchero. “A los criticones les decimos cállense la boca y déjennos trabajar (…). Nosotros trabajamos para los peruanos, no para las encuestadoras”, dijo el mandatario en respuesta a sus críticos.

 

El dinero no es de usted Sr. Presidente, es del Estado Peruano y su obligación es ser un buen administrador de los fondos públicos, que es de todos los peruanos, usted fue elegido, para representar los intereses de los peruanos, no intereses particulares y privados.

 

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